sábado, septiembre 26, 2009

Máscaras


Cada vez que me pongo una máscara para tapar mi realidad, fingiendo que no soy, lo hago para atraer a la gente. Luego, descubro que solo atraigo a otros enmascarados, alejando a los demás, debido a un estorbo: la máscara.
Uso la máscara para evitar que la gente vea mis debilidades, luego descubro que al no ver mi humanidad, los demás no me quieren por lo que soy, sino por la máscara.
Uso una máscara para preservar mis amistades, luego descubro que si pierdo un amigo por haber sido auténtico, realmente no era amigo mío, sino de la máscara.
Me pongo una máscara para evitar ofender a alguien y ser diplomático;luego descubro que aquello que más ofende a las personas con las que quiero intimar, es la máscara.
Me pongo una máscara, convencido de que es lo mejor que puedo hacer para ser amado. Luego descubro la triste paradoja: lo que más deseo lograr con mis máscaras es, precisamente, lo que impido con ellas...
Anónimo.

Hoy elegí este texto porque creo que muchos alguna vez hemos usado una máscara. Y que el usarla nos trajo efectos contradictorios a los buscados.
Muchas veces, intentamos protegernos y la usamos, en el momento nos sirve porque "aquello" no nos afecta demasiado, pero con el tiempo nos damos cuenta que las consecuencias son intensas y que fue un error usar otro rostro...
Una máscara te protege provisoriamente, pero luego emergen al mar, los verdaderos rostros...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por estar