Las palabras: revolotean, chocan, vuelan y viven...

Las palabras revolotean sin encontrar su refugio, ese colorido con luces que le muestren un nuevo camino.
Las palabras se tornan marrones, luego amarillentas como en busca de un nuevo amanecer, de otra estación…
Las palabras, se chocan, se golpean, y de pronto se acarician…es el instante de recuerdos, de quimeras que se escuchan cuando el piano las acompaña.
Las palabras, se transforman pero ese hechizo no les agrada, por eso, esperan un nuevo encantamiento…aguardan esa lucecita de esperanza que las ayude a salir y a seguir vendiendo frases : dulces, apropiadas, tiernas; palabras que canten al ritmo de la vida.
Las palabras, viven porque se necesitan de ellas para seguir, para intentar un mundo distinto.
Las palabras, no pueden ocultarse…sin palabras nos encerramos en el mundo del silencio.
Sin palabras, no sé quien soy, no entiendo quién eres y qué deseas.
Sin palabras, no siento, no respiro, no soy yo..
Las palabras, surgen a veces, por esa musa que se siente y otras porque es su manera de presentarse en sociedad.
Las palabras, te abrazan cuando necesitas eso…un instante que te transporte a un lugar mágico como un castillo donde el príncipe las espera para pedirle la mano.
Las palabras, buscan un mañana lleno de amor, de justicia, de abrazos, rostros donde su sonrisa sea su sello, eso hará que ellas salgan y se choquen, pero de felicidad aún en esta estación que para muchos es una triste y melancólica. Ellas renacerán y vivirán como por primera vez, sobre hojas amarillentas, secas pero llenas de amor por compartir.
Las palabras, van unidas a los hechos, solas , poca representación tienen, pero sin duda, son el inicio de un vuelo, de un recorrido que llegará acompañada de acciones
Las palabras, son las protagonistas de mi vida y de la tuya. La diferencia radica en que algunos la usan muy bien y otros, solo para hacer daño.Tú, úsalas con amor, eso te abrirá cualquier puerta.
Las palabras, Viven en Tu Alma, en Tu Corazón Hazlas Volar...
Yo





“No puedo ser sin que las hojas vuelen y vuelvan a la tierra.”
Neruda.